Estudiantes de Cal Poly aprenden a pilotear drones para el censo de elefantes marinos

Los estudiantes de ciencias biológicas de Cal Poly en San Luis Obispo se han capacitado en el arte de pilotar drones como parte de su noble búsqueda de contar miembros de las poblaciones locales de elefantes marinos.

El grupo de profesores, estudiantes de posgrado y de grado de Cal Poly en el centro de California está desplegando sus drones sobre siete playas regionales diferentes para observar mejor a los elefantes marinos vivos. Un objetivo principal del trabajo de laboratorio y campo de Fisiología Integrativa de Vertebrados será obtener un recuento preciso de los pinnípedos, que pueden acumularse en lugares preferidos de 200 a más de 1000 individuos. Esas misiones de censo se realizarán mientras las criaturas están en tierra durante su temporada de apareamiento, que finalizará a finales de este mes.

Una vez que los elefantes marinos hayan regresado al mar después de su apareamiento, el grupo estudiará las fotografías (posiblemente de contenido pornográfico) tomadas por los drones para determinar su número. Estas también pueden ofrecer una idea de cómo fluctuó el tamaño de los grupos a lo largo de la temporada de apareamiento.

Aunque el proyecto de recuento anual existe desde 2017, esta es la primera vez que los estudiantes de Cal Poly recurrirán a vehículos aéreos no tripulados para facilitar la tarea. Además de producir números más precisos que los métodos de cálculo a simple vista anteriores, la técnica aérea también es menos invasiva y, por lo tanto, es menos probable que provoque una reacción de los mamíferos que la presencia humana. (Sin embargo, dado que el estudio también incluye el pesaje y el etiquetado de las crías de foca, esa menor invasividad de la tecnología aérea acabará convirtiéndose en una ventaja discutible).

El número de voluntarios del proyecto casi se ha duplicado respecto de los 30 originales, y este año se ha requerido que algunos de sus miembros asistan a una escuela de pilotaje de drones antes de desplegar la nave sobre las comunidades de elefantes marinos.

Como los vuelos forman parte de una iniciativa formal, los estudiantes tuvieron que estudiar y aprobar la certificación Parte 107 de la Administración Federal de Aviación. Luego tuvieron que demostrar a las autoridades del Parque Estatal que tanto ellos como sus drones eran seguros y confiables para volar sobre elefantes marinos desprevenidos. Luego tuvieron que obtener permisos para operar en espacios aéreos restringidos de la costa estatal y de Cal Poly (incluida una zona curiosamente conocida como «la unidad de carne de res»).

Los lectores de la zona interesados ​​en conocer el trabajo del grupo podrán verlos tomando recuentos de focas a lo largo de la franja costera conocida como Piedras Blancas, aproximadamente cinco millas al norte del Castillo Hearst.

Foto: Julia Sadowska/Upsplash

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