Golpe a la demanda por robo industrial de Wisk contra Archer tras la salida de los federales

En un avance que podría ser decisivo en la batalla legal entre los fabricantes de aviones eléctricos de despegue y aterrizaje verticales (eVTOL) Wisk y Archer, las autoridades federales que investigan las acusaciones subyacentes de robo de propiedad intelectual han decidido poner fin a su investigación sobre el caso. Esa salida parece indicar vulnerabilidad en las acusaciones de Wisk de que su rival se apropió indebidamente de secretos industriales, ya que el litigio se encamina a un juicio civil a finales de este año.

Archer ha revelado hoy un nuevo giro en la prolongada y amarga disputa legal entre las dos startups de eVTOL. La empresa con sede en San Francisco dijo que la Fiscalía General de Estados Unidos decidió el viernes pasado no presentar cargos contra el ingeniero de Archer, Jing Xue, que se incorporó a la empresa después de trabajar para Wisk. La demanda que presentó Wisk el pasado mes de abril afirmaba que Xue había descargado diseños secretos de aviones y otros datos antes de cambiar de trabajo, lo que equivale a un robo de propiedad intelectual que, según se dice, había compartido con sus nuevos empleadores.

La decisión de no presentar una demanda federal contra Xue sugiere que la Fiscalía General de Estados Unidos no encontró suficientes pruebas para respaldar las acusaciones de Wisk en el tribunal, lo que plantea dudas sobre si el juez en el proceso civil estará dispuesto a llegar a la misma conclusión. Esa fue sin duda la conclusión a la que llegó el asesor legal principal de Archer, Andy Missan, después de conocer la noticia.

“Las acusaciones de Wisk de ‘robo descarado’ y apropiación indebida ‘al por mayor’ contra este empleado fueron sumamente graves y tienen consecuencias graves”, dijo Missan. “Como mínimo, tales acusaciones deberían haber sido respaldadas por pruebas serias. Este resultado sirve como una confirmación adicional de lo que hemos afirmado desde el principio de este caso: las acusaciones de Wisk carecen de cualquier base fáctica”.

La saga comenzó el 30 de marzo, cuando el FBI se presentó en la puerta de Xue y registró su casa como parte de una investigación federal. Una semana después, Wisk presentó una demanda acusando al ingeniero de robar diseños de aeronaves, componentes y sistemas de su eVTOL, así como inventario de instalaciones y datos de pruebas. También acusó a Archer de utilizarlos para crear su nave Maker de aspecto similar. Se produjo una pelea legal a puñetazos.

Unos meses después, Archer asestó un duro golpe cuando el juez que presidía el caso rechazó la solicitud de Wisk de impedir que su rival de San Francisco utilizara la información supuestamente robada para continuar trabajando en su eVTOL. Pero en agosto, el mismo juez rechazó la demanda de Archer de que se desestimaran los cargos en los que se basa el litigio.

Casi al mismo tiempo, Archer presentó una contrademanda por 1.000 millones de dólares, acusando a Wisk de participar en una “campaña de desprestigio falsa y extrajudicial” compuesta por “declaraciones falsas y perjudiciales fuera del proceso judicial”. Esa medida estuvo motivada por el plan de Archer de sacar a bolsa la empresa y tener que modificar su valoración inicial de 2.700 millones de dólares a 1.700 millones de dólares en medio de la publicidad que creó la batalla legal, así como por el menguante apetito de los inversores a medida que varios otros fabricantes de eVTOL introdujeron acciones.

Archer finalmente comenzó a cotizar en Wall Street en septiembre, recaudando 857,6 millones de dólares.

Desde entonces, ambas compañías han disfrutado de una serie de hitos comerciales fortuitos que han proporcionado una feliz distracción de su amarga lucha. Archer recibió la certificación de aptitud para volar de la Administración Federal de Aviación y ha comenzado sus pruebas de Maker. Wisk, por su parte, recibió una enorme inyección de 450 millones de dólares de Boeing, cofinanciador de la empresa junto con Kitty Hawk. Dijo que utilizará esos fondos para acelerar el desarrollo, las pruebas y la eventual certificación de su propio taxi aéreo eVTOL de sexta generación. También anunció objetivos ambiciosos para la próxima media década.


Actualizar

Sus respectivos éxitos comerciales no harán que la pelea legal entre los dos rivales desaparezca, especialmente con Wisk decidido como siempre a obtener justicia por lo que sostiene que fue un robo de propiedad intelectual, independientemente de la decisión de la Fiscalía General de no seguir adelante con el caso.

“La investigación penal (del Departamento de Justicia) siempre ha estado completamente separada de nuestro litigio civil contra Archer”, declaró el jueves un portavoz de la empresa. “Nuestro caso involucra múltiples reclamos basados ​​en evidencia sustancial tanto de apropiación indebida de secretos comerciales como de violación de patentes. El acusado en nuestro caso es Archer, y seguimos enfocados en hacerlo rendir cuentas en el juicio”.

FTC: Utilizamos enlaces de afiliados automáticos que generan ingresos. Más.