El hogar de los Gunas es lo que se llamaría “un paraíso en la tierra”. Las pequeñas islas de cocoteros del archipiélago de San Blas frente a la costa oriental de Panamá están repletas de relucientes playas de arena blanca, palmeras y chozas con techo de paja. Y aunque las tribus indígenas se han mantenido a una distancia saludable de la modernización no deseada, los efectos dominó del cambio climático han llegado a sus costas.
El rápido aumento del nivel del mar significa que muchas islas podrían quedar completamente bajo el agua en unas pocas décadas. Además, con fenómenos meteorológicos cada vez más impredecibles, sólo haría falta una gran tormenta tropical para arrasar las modestas viviendas de los Guna (pronunciado kuna) y dejar las islas completamente inundadas.
La isla de Gardi Sugdub, también conocida como Isla del Cangrejo, es una de las más vulnerables, según los expertos. La isla, que mide sólo 400 m de largo y 150 m de ancho, está repleta de cabañas con techo de paja y alberga a unas 2.000 personas.
Estas personas se enfrentan a un doble golpe. Por un lado, existe la amenaza del aumento del nivel del mar. Y por otro, la pequeña isla se ha superpoblado. Reubicarse en Panamá continental es la única opción ahora. Y por suerte para los Guna, ya son propietarios de la tierra a la que quieren trasladarse.
Dicho esto, reubicar a toda una población, especialmente a los indígenas que tienen vínculos muy estrechos con sus tierras, no es fácil. Y aquí es donde entran los drones.
Los drones ayudan en la lucha contra el cambio climático
Panama Flying Labs comenzó a trabajar con la comunidad Gardi Sugdub a finales de 2019. La organización es parte de una red más grande de Flying Labs conocida por fortalecer la experiencia local en el uso de drones en más de 30 países de todo el mundo.
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Al planificar un nuevo asentamiento, resulta importante comprender los diversos aspectos del terreno en el que se construirá. Y los drones demostraron ser la forma más rápida de mapear el terreno disponible y planificar una nueva aldea. Los estudios con drones también ayudarían a evaluar el estado de las otras islas densamente pobladas del archipiélago de San Blas.
Inclusión para un cambio positivo
El equipo de Flying Labs trabajó con el Comité Gardi Sugdub, que ayudó a tomar decisiones y mantuvo informada a la población local sobre los avances. La empresa suiza de mapeo con drones Pix4D, que participó en el proyecto, informa:
El equipo recibió un gran apoyo de los lugareños que los guiaron a través de las nuevas áreas que se estaban cartografiando. Esto incluyó el reconocimiento de caminatas por la isla y la provisión de transporte en automóvil y barco.
Cuando Flying Labs y su equipo de voluntarios tuvieron los mapas que necesitaban, organizaron dos talleres. Invitaron a la comunidad local a las sesiones, explicando los resultados del estudio con drones y sus implicaciones.
Vale la pena señalar que a menudo las tribus indígenas pueden ser reubicadas por la fuerza o no se les da la oportunidad de influir en las decisiones tomadas por las autoridades de planificación. Entonces, el ejemplo de Gardi Sugdub de asegurarse de que las personas afectadas participen en cada paso del camino es un modelo al que deberían aspirar otras comunidades que enfrentan el desplazamiento climático. Como señala Pix4D:
Situaciones difíciles como esta serán más comunes en las próximas décadas con el aumento del nivel del mar. Sin embargo, las comunidades vulnerables deben ser parte de la toma de decisiones. Y cuando se les empodera, esto puede generar cambios positivos para todos.
Fotos: Pix4D
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