Los drones del fabricante DJI son valorados tanto por los consumidores como por los usuarios comerciales en una variedad de aplicaciones, y ahora también están siendo adoptados por los bomberos por su eficacia en la lucha contra incendios químicos, entre los más peligrosos a los que se enfrentan.
Aunque el uso de drones por parte de los servicios que luchan contra los incendios forestales catastróficos que asolaron Australia y los estados occidentales de EE. UU. en los últimos años ha aumentado en general, las aeronaves de DJI en particular han desempeñado papeles importantes en la respuesta a los incendios provocados o alimentados por productos químicos. Un buen ejemplo de ello fue un estudio de caso en la página Enterprise de la empresa, que detallaba cómo el uso de un dron DJI M300 + H20T equipado con sensores térmicos permitió a las autoridades de Tailandia combatir un incendio químico mortal y tomar decisiones para evitar que se repitieran conflagraciones similares.
La emergencia comenzó con una gran explosión en la fábrica de productos químicos Ming Dih, a unos 20 km de Bangkok, en la madrugada del 5 de julio de 2021. Aunque la explosión inicial fue lo suficientemente violenta como para oírse a cinco km de distancia, la peor amenaza provino de las aproximadamente 50 toneladas de reservas químicas industriales que siguieron alimentando el incendio que los socorristas combatieron desesperadamente durante más de un día. Antes de que pudieran controlarlo, se habían producido grandes daños en edificios a 1 km a la redonda, lo que obligó a evacuar a los residentes en un radio de 5 km de las llamas.
Lo que cambió la situación, según los funcionarios del Departamento de Prevención y Mitigación de Desastres de Tailandia que acudieron a la emergencia, fue el uso del dron DJI M300 + H20T, que proporcionó información crítica sobre la situación en relación con los puntos más conflictivos, así como sobre los lugares a los que era probable que se extendiera el fuego. Esa información fue comunicada por el sensor térmico de la nave, que pudo atravesar las densas y negras nubes de humo y enviar datos útiles sobre el terreno a los bomberos.
Una vez que se controlaron las llamas, se reemplazó esa tecnología por un sensor de mapeo de alta resolución P1 y un L2 que capturó nubes de puntos de alta densidad. Con los datos recopilados por el dron, el software Terra de DJI pudo proporcionar a los funcionarios un sofisticado modelo 3D de la fábrica destruida por el fuego, lo que a su vez permitió un análisis forense detallado de la catástrofe.
Las lecciones aprendidas en esa deconstrucción de la explosión y el incendio que siguió sirvieron para la decisión posterior de las autoridades de ordenar que las instalaciones de Ming Dih Chemicals se trasladaran a un lugar más remoto donde no representaran ningún riesgo para las poblaciones circundantes en caso de otra explosión.
No era la primera vez que se utilizaban drones de DJI para proporcionar a los equipos de rescate un conocimiento preciso y de rápida evolución de la situación en la lucha contra incendios enormes. Un caso anterior surgió en 2019, cuando la nave ofreció actualizaciones críticas en tiempo real (y creó un mapa térmico de 360 grados) a los bomberos que intentaban evitar un incendio alimentado con productos químicos en un parque industrial de Arkansas.
Ese mismo año, los drones DJI Mavic Pro y Matrice M210 fueron utilizados por las fuerzas que luchaban contra el espectacular incendio que envolvió y amenazó con consumir por completo la catedral de Notre Dame en París. Ese despliegue aéreo proporcionó datos a los bomberos que les permitieron seguir la progresión de las llamas, que se alimentaban de madera antigua y agentes químicos ambientales, y calcular los puntos y ángulos más efectivos desde los que apuntar las mangueras para extinguirlas.
Los resultados del desempeño del dron equipado con sensores DJI en los tres casos fueron similares: ayudaron a los bomberos a comprender cómo evolucionaban los incendios, cuál era la mejor manera de apagarlos y cuáles eran los factores causales involucrados que podrían evitarse en el futuro.
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