Los drones vuelan cada vez más rápido, más lejos y durante períodos de tiempo más largos mientras realizan una gama más amplia de tareas. Ahora están preparados para abordar un pequeño problema que a menudo provoca daños enormes: las inspecciones que destruyen las plantas.
Los drones son fundamentales para la solución de manejo de plagas por caso
Hasta ahora, el uso de drones para combatir esas plagas se ha limitado a su desempeño más económico y eficiente al rociar cultivos con insecticidas. Pero ahora, nuevos estudios realizados por investigadores agrícolas han descubierto otras formas en que se pueden utilizar las embarcaciones contra los insectos que amenazan los campos, los ecosistemas y la salud pública. Los estudios están contenidos en la Colección Especial: Drones para mejorar el manejo de insectos plaga producida por Revista de Entomología Económica.
Los casos van desde perspectivas fundamentales, como analizar y perfeccionar las capacidades de los drones para detectar plagas o administrar sustancias disuasorias, hasta escenarios de aplicación precisos que evalúan los potenciales y desafíos de las embarcaciones en el manejo de infestaciones de insectos.
Ellos no solo reflejan la diversidad y eficacia en rápido desarrollo de los drones y la tecnología que utilizan, dice Nathan Moses-Gonzales, director ejecutivo de M3 Agriculture Technologies, quien co-compiló la colección de investigaciones. También son el resultado de que los fabricantes de sistemas aéreos no tripulados (UAS) interactúen más fácilmente con expertos de una amplia gama de disciplinas (incluida la entomología) para producir drones con una gama más amplia y precisa de aplicaciones.
«Hace diez años, no sucedía mucho en el espacio en términos de entomólogos que utilizaban UAS para el manejo de plagas», explica. «Ha sido fascinante observar la evolución de la tecnología UAS en entomología… Nuestra colección especial habla de la singularidad de estas asociaciones y demuestra el papel vital que desempeñan los entomólogos al hacer realidad los conceptos a través del desarrollo de métodos y pruebas de campo».
Los estudios de caso de la serie incluyen identificar y probar el agua estancada en la que los mosquitos depositan sus larvas y mejorar la eficiencia de los insecticidas al apuntar con precisión tanto a esos huevos como a los insectos adultos. También examinan el despliegue de drones para lanzar feromonas sobre lechos de arándanos para interrumpir el apareamiento de gusanos de la fruta y gusanos de fuego de cabeza negra; esterilizar moscas de la fruta mexicanas y polillas de la manzana para suprimir la población; y estudio fotográfico de las copas de los árboles en invierno para observar capullos de polilla Monema flavescens.
También adopta un tono casi militar al examinar la entrega y liberación de “insectos depredadores y parasitoides para combatir” el barrenador europeo del maíz y el gusano de las yemas del abeto oriental.
Además de brindar información sobre cómo abordar el manejo de esas plagas en particular, Moses-Gonzales dice que la serie también busca inspirar nuevos tipos de usos de drones para disuadir todo tipo de insectos destructivos.
“(Esperamos) que el Revista de entomología económica Servirá como un lugar que no sólo respaldará la investigación rigurosa”, dice, “sino que también detallará el desarrollo de herramientas nuevas y novedosas para su uso en el manejo de plagas”.
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