Un dron de la policía capturó el dramático rescate de cuatro hombres que se habían quedado atrapados en una pared rocosa e incapaces de ascender o descender en un terreno peligroso en Snowdon, la montaña más alta de Gales.
El equipo de rescate de montaña de Llanberis recibió la noticia el miércoles de que un grupo de cuatro caminantes había quedado atrapado en una sección peligrosa de la montaña mientras intentaban regresar al estacionamiento. Como ya era de noche, el servicio de rescate de emergencia llamó a la unidad de drones de la policía del norte de Gales para ayudar a rescatar a los caminantes.
La unidad de drones utilizó una nave industrial DJI equipada con un foco LED de 10.200 lúmenes para iluminar el acantilado mientras los voluntarios de rescate de montaña descendían en rápel hasta los caminantes atascados para ayudarlos a bajar a un lugar seguro. Toda la acción fue captada por la cámara del dron:
Mientras tanto, la Sociedad Snowdonia, una organización benéfica conservacionista que ayuda a cuidar la montaña, ha dado la alarma de que Snowdon estaba siendo arruinado por la erosión de los senderos, la basura y las acampadas salvajes descuidadas.
Al mismo tiempo, el equipo de rescate de montaña de Llanberis también ha expresado su preocupación por el creciente número de personas que intentan escalar el pico de 1.085 metros sin el equipo ni la planificación adecuados. En una publicación de Facebook el jueves, el servicio de rescate dijo:
Este agosto, el equipo experimentó el mes más ocupado registrado. Nos llamaron 49 veces el mes pasado, con un número total de llamadas para este año ahora de 158.
Septiembre también ha comenzado hasta ahora con tres llamadas para nosotros. El último de ayer fue un grupo de cuatro caminantes que se detuvieron en los acantilados de Clogwyn Mawr mientras intentaban llegar a su coche en el paso de Llanberis. Se desplegó un equipo de ocho personas con la ayuda de la unidad de drones de la Policía del Norte de Gales. Los cuatro hombres del risco fueron bajados a un lugar seguro.
Además de ayudar a las personas que se habían quedado atrapadas en los acantilados, el equipo de rescate de emergencia también tuvo que lidiar con visitantes que sufrían insolación y asma, excursionistas que cayeron o fueron golpeados por rocas y turistas perdidos.
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